Recientemente ha salido la noticia de que el jugador de la NBA Terry Rozier ha sido detenido en una investigación relacionada con apuestas ilegales, una muestra más de que la integridad del deporte profesional se ve constantemente amenazada por un espectro oscuro: las apuestas ilegales. Cuando los propios deportistas profesionales se involucran en ellas, el riesgo se dispara, comprometiendo no solo sus carreras y su bienestar, sino también la credibilidad de sus ligas y la confianza de los aficionados.

Los múltiples riesgos para el deportista

Para un deportista de élite, la participación en apuestas ilegales o incluso legales (si las reglas de su liga lo prohíben) conlleva consecuencias catastróficas que van más allá de una simple multa.

• Sanciones deportivas severas: Las ligas y federaciones mantienen políticas de «tolerancia cero» ante este tipo de prácticas. Las sanciones van desde multas económicas cuantiosas hasta largas suspensiones o, en los casos más graves, la expulsión de por vida del deporte. El jugador no solo pierde tiempo de juego y salario, sino que su valor de mercado y sus patrocinios quedan destruidos.
• Riesgo de amaño de partidos (Match-Fixing): El mayor peligro es la tentación de influir en el resultado o en aspectos concretos de un partido (spot-fixing) para garantizar la apuesta. Esto convierte al deportista en un cómplice de fraude, con consecuencias penales que pueden incluir penas de cárcel.
• Vulnerabilidad al chantaje y el crimen organizado: Al participar en plataformas ilegales, los atletas se exponen a redes de crimen organizado que manejan estas apuestas. Las deudas pueden llevar a la extorsión o al chantaje, obligando al deportista a amañar partidos para saldar sus compromisos.
• Daño a la salud mental y adicción: La adicción al juego es una enfermedad reconocida. La presión de la competición, sumada al estrés financiero y emocional de una adicción a las apuestas, puede deteriorar gravemente la salud mental del atleta.

Ejemplos en las grandes Ligas deportivas

El problema es universal y afecta a deportes de alto perfil en todo el mundo, con casos recientes y notables.

Fútbol

El fútbol ha visto escándalos en las principales ligas europeas, a menudo involucrando a jugadores que apuestan, incluso si no amañan partidos (pronósticos LaLiga).

• Sandro Tonali (Italia/Newcastle United): El mediocampista italiano recibió una suspensión de 10 meses en 2023 por la Federación Italiana de Fútbol tras admitir haber realizado apuestas en partidos, incluyendo algunos de sus propios equipos. Su caso, junto al de otros jugadores italianos como Nicolo Fagioli (Juventus), puso de relieve la gravedad de las apuestas en plataformas ilegales.
• Ivan Toney (Inglaterra/Brentford): El delantero inglés fue sancionado con 8 meses de suspensión en 2023 por la FA (Federación Inglesa de Fútbol) por haber infringido las reglas de apuestas en 232 ocasiones durante varios años, incluyendo la apuesta contra su propio equipo.

NBA (Baloncesto)

La NBA tiene normas estrictas que prohíben a los jugadores, árbitros y personal de la liga apostar en cualquier evento de la NBA.

• Jontay Porter (Toronto Raptors): En 2024, el jugador fue expulsado de por vida de la NBA. La investigación determinó que Porter había violado las reglas de la liga al apostar en partidos de la NBA y limitar su participación en al menos dos juegos para influir en las apuestas (prop bets) que involucraban sus propias estadísticas.
• Tim Donaghy: Un caso histórico, aunque se trata de un árbitro (no un jugador), que fue condenado a prisión en 2008 por apostar en partidos que él mismo arbitraba y por dar información privilegiada, un recordatorio de cómo las apuestas pueden corromper a cualquier figura dentro del deporte.

Golf

Aunque es un deporte más difícil de amañar, el reglamento prohíbe estrictamente a los jugadores apostar en cualquier evento de golf, incluso si no participan en él.

• Marco Penge (Inglaterra/DP World Tour): El golfista, conocido por ganar el Open de España en 2025, fue sancionado a finales de 2024 por el DP World Tour (circuito europeo) con una suspensión de tres meses y una multa por infringir el «Programa de Integridad». Se demostró que Penge había realizado apuestas en múltiples eventos de golf. Aunque el comité disciplinario determinó que no apostó sobre sí mismo ni comprometió la integridad de los torneos en los que participó, la violación de la norma de no apostar en ningún evento de golf profesional o amateur de élite fue motivo suficiente para la sanción.

Tenis

El tenis, con su formato individual, es particularmente vulnerable al amaño, especialmente en las rondas clasificatorias y torneos menores.

• Sanciones en torneos menores: A lo largo de los años, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) ha emitido suspensiones de por vida o de varios años a decenas de jugadores, principalmente de bajo ranking, por amañar partidos a cambio de dinero, lo que a menudo está vinculado a sindicatos de apuestas ilegales. La facilidad para cometer spot-fixing (como perder un set por un marcador específico o cometer una doble falta en un momento dado) lo convierte en un blanco fácil.

Protejamos el deporte

Las apuestas ilegales representan un cáncer en el corazón del deporte. Para el deportista profesional, el riesgo de caer en esta trampa es una amenaza real que puede destruir una carrera de años en cuestión de minutos. La estricta vigilancia, la prevención, la educación sobre la adicción al juego y las sanciones ejemplares son las únicas herramientas para proteger la integridad de cualquier competición y la ética que se espera de sus protagonistas.

Publicado en lawandtrends: El Juego Peligroso: Apuestas Ilegales y la Amenaza a los Deportistas Profesionales | Penal | LawAndTrends

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